Para mí, lo bueno de las vacaciones es sobre todo poder reencontrarme con mi familia, y ver cómo los sobrinillos van creciendo.
Anoche, leyendo, viajé a otra época. Una época en la que las familias podían dejar abierta la puerta de su casa, y se sentaban junto a ella las noches de verano, y en la que los niños jugaban con cohetes que ellos mismos habían construido mientras merendaban pan con aceite y azúcar.
Y esta madrugada, mientras yo viajaba, un terremoto ha matado a decenas de personas en Italia...
2 comentarios:
Pues... Ese viaje al pasado fué a un pasado que existió una vez, pero que ya nunca más volverá. Eran otros tiempos, tiempos nostálgicos que se añora como cualquier tiempo pasado de una niñez que una vez fué.
Joer, sí que crecen, esta foto es de la mili, no? Lo veo enorme!
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